Metro 2034. Una secuela que no es secuela.
El segundo libro de mi reto de lectura ha finalizado, un libro que verdaderamente no esperaba, y que me ha decepcionado aún más que el primer libro, nuevamente estamos en el metro de Moscú, pero un año y medio más adelante en el tiempo, 2034. Continuamos en el ambiente hostil que ha sido nuestro hogar durante esta primera parte del libro, pero, el libro no tiene como protagonista a Ayrtom.
La nueva dupla de personajes principales son Homero y Hunter, hablaré de ambos más adelante, pero es necesario mencionar que la desaparición de Ayrtom en mi perspectiva era únicamente una forma de mostrar una nueva perspectiva, pero sin lugar a duda, este cambio se “justifica” a lo largo de la trama.
3/5 – Un libro que no resuelve a su antecesor. -
Hablemos primero de Hunter, este personaje se nos fue eliminado de Metro 2033 casi al comienzo de la aventura, se nos muestra como un personaje relativamente delgado, facciones duras y con gran habilidad de combate, no conocemos su paradero nunca pues literalmente el autor prescinde de él para continuar con el desarrollo de Ayrtom, reaparece con unas facciones aún más duras, pues ya no posee una parte de su rostro y ahora es increíblemente veloz, fuerte y musculoso.
Esto sin lugar a duda genera preguntas para el lector, preguntas que no se conocen ni se conocerán a lo largo de la lectura, preguntas sobre la ubicación de Hunter y como este repentinamente desaparece sin dejar rastro, apareciendo en una estación totalmente alejada de donde se encontraba durante los hechos de 2033. Puedo comprender que se mueva de lugar, Ayrtom lo hizo durante este libro, pero es curioso que nadie sepa quien es ni mucho menos conozca el paradero de un ser tan importante para la Orden y Polis.
Ahora hablemos de Homero, evidentemente no es su nombre, pero digamos que esta es la forma en que se identifica siempre, un erudito o al menos, el intento de uno, su objetivo en este libro es registrar un libro con los hechos que suceden en el metro, pero, romantizando estos hechos y percibiendo una realidad alejada de la que se nos muestra.
La misión para esta ocasión no es otra que ir a una estación vecina para evitar que una enfermedad extraña haga estragos por todo el metro, inclusive, poniendo en riesgo total a toda la vida dentro de este sistema. Durante los primeros momentos del viaje, nuestra dupla de protagonistas se encuentra con una niña, que se une a la aventura después de perder a su padre, Sasha que había vivido en el exilio durante los últimos 5 años de su vida y que, por supuesto no ha viajado a la superficie ni mucho menos conocido nada que no sea el metro, decide que su destino es ayudar a Hunter, ¿a qué? Exactamente tampoco conocemos el motivo, simplemente ella tiene la sensación de que el brigadier es su responsabilidad.
A lo largo de esta historia nos encontraremos a nuestro último personaje relevante, Leonid, un personaje que resulta molesto al momento de conocerlo, pues sus objetivos con Sasha no son más que una noche y olvídate. A lo largo de la historia se nos va mostrando el origen de este personaje y comienzas a valorar un poco más que exista en este universo.
Para el final de la historia, Leonid es uno de los mejores personajes que ha tenido la saga hasta el momento, un gran arco de personaje que culmina de la peor manera posible.
De entre los puntos negativos que tiene este libro están el no poder resolver los problemas realizados con su predecesor. Por otro lado, el uso de Ayrtom como personaje secundario, dejando de lado su vuelta a la Polis tras ser expulsado, y como este se ha unido a la Orden, nos deja preguntas. Así como el motivo por el cual ahora este relegado a una nada de personaje es algo que no entenderé. Y si, Ayrtom aparece en este libro pasado el 50-60% total del libro. Por lo que su aparición es simplemente fortuita.
Por otro lado, en los aspectos positivos puedo mencionar el volumen que representa el libro, 350 páginas lo hacen un libro bastante corto, pero no quita lo pesado, aunque el recurso de las citas disminuye drásticamente, nuevamente el autor coloca referencias a datos que teóricamente ya conocemos y algunas que si son de gran utilidad para entender a que se refiera X personaje. Evidentemente los oscuros han sido erradicados del planeta y no conocemos nunca más de muchas de las entidades fantásticas que el libro nos muestra. Es un poco más crudo que su antecesor, pero no deja de ser fantasioso el como Hunter ha sobrevivido a todo. Por último, el contexto, agradezco mucho la profundidad manejada en el contexto de la guerra por parte de los humanos y como esta se desarrolló, sin duda algo necesario para conocer el porque los humanos están en dicha situación de aislamiento.
Es por ello por lo que he de mencionar que este libro es lo suficientemente corto para leerlo muy pronto, pero se hace pesado por la manera en que el autor estructura su texto. Lo recomiendo siempre y cuando consideres Metro 2033 una obra que merezca la pena de continuar leyendo. Por otro lado, Metro 2034 es únicamente un libro de transición.
Leeré Metro 2035 pues deseo conocer más aún del contexto, esperando que la tercera parte de esta saga resulta las dudas existentes de sus predecesores. No comprendo la relación de 2034 con 2033 pues considero que es nula, pero puede que sea de relevancia para 2035.
A la vez estaré leyendo “La democracia no se construyó en un día” de Lorenzo Córdova y Ernesto Núñez para variar un poco los textos que deseo consumir este año.