Red Dead Redemption 2 es una obra maestra.
Algo que me ha caracterizado a lo largo de los años es mi gusto y pasión por los videojuegos, ya que creo fielmente en que estos no son malos, pues son capaces de ayudarnos en momentos de burn out. Es por ello por lo que, permitiéndome ciertos tiempos a lo largo de las semanas he conseguido jugar y disfrutar al máximo Red Dead Redemption 2.
Resumen corto, es una de las mejores obras maestras que jugué a lo largo de mi vida, sin lugar a duda, es una pieza que posiblemente marqué mi vida de ahora en adelante y no es para menos.
Red Dead Redemption 2 (RDR2) es un juego de acción en tercera y primera persona desarrollado por Rockstar Games, esa aparentemente mítica empresa de videojuegos que ha desarrollado grandes títulos (entre mis favoritos personales) como lo es la Saga Grand Theft Auto (San Andreas, VI, V por poner algunos ejemplos.), si bien, como su nombre indica, RDR2 no es el primer título ambientado en el viejo oeste, si es una precuela de todos sus juegos.
Podríamos recordar Red Dead Revolver y el ya clásico Red Dead Redemtion, que son obras que sin duda han marcado a los videojuegos de una forma u otra. Lo que hace especial a este juego no son sus gráficos de última generación (que, si bien ayuda), ni mucho menos su mapa que recuerda al primer juego de la saga (que temporalmente es una secuela), sino a la gran historia que hay detrás de este título, sin duda hecho y creado con amor y cariño para el consumidor final.
¿Por qué RDR2 es una obra maestra?
He de ser claro cuando digo que este título tiene algo especial, su historia en un primer momento nos hace entrar en la piel de Arthur Morgan, un forajido en busca y captura por crímenes cometidos en Blackwater, un golpe que ha salido mal y por ello son buscados con total fuerza para hacerlos colgar y pagar por dichos crímenes.
Conocemos una banda de forajidos que se refugian en unas montañas y sin poco tiempo jugado nos damos cuenta de lo profundo que puede ser, pues literalmente a los pocos minutos debemos tomar la primera gran decisión moral, salvar a una chica de que uno de tus compañeros la abuse.
Finalmente cuando las cosas comienzan a enfriarse y crees que la justicia finalmente ha cedido ante ti, nos topamos con el dilema de la supervivencia, en un 1899 donde los forajidos ya no son héroes y se consideran finalmente como lo que son, delincuentes, te das cuenta de cómo todo el mundo cambia, todos se adaptan a los nuevos tiempos, absolutamente todos están abrumados por el porvenir del siglo XX, todos menos Dutch y su banda, bueno quizá no todos, Arthur de a poco va analizando el ambiente que su país ahora tiene, y como debería adaptarse para sobrevivir.
A lo largo de la historia somos capaces de percibir las sensaciones que Arthur logra vivir y sin duda hasta llegamos a encariñarnos con ello, empleando este método, conocemos a John Marston, salvándole la vida de una manada de lobos que estaban dispuestos a convertirlo en su cena. (de ahí sus cicatrices tan características)
Esta se desarrolla por capítulos y un sistema de honor está presente, realizar buenas acciones nutre el buen honor que desencadena diferentes interacciones con los tenderos y NPC que te topas durante la aventura, en lo personal, jugué un poco a la defensiva, yendo por el lado positivo del honor, pues el beneficio a largo plazo es tan grande que, desde mi perspectiva, realizar la “run del deshonor” compensa en nada para una trama como la de este juego.
Sin hacer spoilers, los capítulos son lo suficientemente largos como para disfrutar de los escenarios y las misiones secundarias no se hacen pesadas. (aunque algunas sí que son pesadas) y sin duda disfrutar de las calles del viejo oeste hace que se disfrute.
Los paisajes son una belleza, no solo están hechos con sumo cuidado, algo que tú notas gracias al RAGE y Rockstar Games finalmente, pero lo que sin duda es algo que no echas de menos es la libertad de explorar a tu ritmo y a tus ganas, con esto quiero decir que te das cuenta totalmente de que este es un juego de Rockstar, pues como es de su calidad los sandbox son algo en los que la empresa se ha especializado a lo largo de los años.
Por otro lado, o que me ha causado mayor molestia son las misiones secundarias, no las que te ofrece la banda, sino las que te ofrecen las personas que te topas a lo largo del mapa, ya que estas se repiten en el epilogo, lo que rompe un poco demasiado lo que podemos esperar de este título. Sé que no es culpa del juego esto, quizá fue error mío haberme jugado todo lo posible antes de avanzar la historia, pero igual rompe un poco saber que los NPC que te otorgan las misiones simplemente siguen igual después de esos años.
Algo que no probé por falta de ganas es el RDR Online, la versión Online de GTA que fue abandonado al año por la misma Rockstar, conociendo esto mi prioridad no era el Online, la historia si que era la prioridad. Quizá en la rejugada me otorgue el tiempo para jugar al Online.
Para no hacer más largo de lo debido esta entrada, no me queda más que decir que es probable, por no decir seguro, que, en un par de años, ante la salida inminente del GTA VI, me ponga a jugar nuevamente RDR2, pero ahora en una run de deshonor total, únicamente para ver los finales alternos y disfrutar el juego desde el punto de vista del mayor criminal de todos los tiempos para los Estados Unidos.
Sin duda alguna, Red Dead Redemption 2 es una obra de gran calidad, que marcó en su año de salida el mercado tan repleto de lo mismo y que claramente demuestra que Rockstar aún tiene cosas que mostrar y que lograr. Recomendado totalmente y deseo que más personas